En el momento de su introducción en 1942, el Tiger I alemán era el tanque más potente y sofisticado disponible en el mundo, y todavía se considera una obra maestra armamentista de esa época. La mayoría de los Tiger I fueron producidos por Henschel, un fabricante de la industria pesada en Alemania. Las últimas versiones del Tiger I entraron en producción en enero de 1944, casi dos años y medio después de su debut. Muchas características, como el grueso blindaje, que mide hasta 100 mm de espesor en algunas áreas, permanecen sin cambios. Las mejoras en las ruedas de carretera consistieron en reemplazar las ruedas con llantas de goma por ruedas nuevas que funcionaban con llantas de acero, que estaban aisladas del cubo por dos anillos de goma sujetos entre piezas prensadas en forma de disco. Los cambios realizados en la torreta fueron: una cúpula de comandante con siete puertos de visión, un anillo de ametralladora antiaérea y una escotilla lateral pivotante; una trampilla de carga con periscopio; la salida de escape de humos se trasladó al centro de la torreta; y descargadores de minas "S" montados internamente. Se consideró el reemplazo del cañón principal KwK36(L/56) de 88 mm por el impresionante cañón KwK43(L/71), como el usado en el King Tiger, pero nunca se logró. Se ha dicho que un tanque Tiger I equivalía a cinco tanques Sherman en el campo de batalla y fue el más temido y respetado de todos los tanques alemanes durante el conflicto.