Gran Bretaña tiene una larga e interesante historia de uso y desarrollo de vehículos blindados. De hecho, acuñaron el término "TANQUE" para este tipo de armas y también son conocidos por sus magníficos diseños. Su última versión del tanque de batalla principal Challenger se considera uno de los vehículos de combate blindados más avanzados en servicio en el mundo actualmente. La tecnología moderna ha permitido varias mejoras sobresalientes en su potencia de fuego, protección de la tripulación y movilidad para satisfacer las demandas de las condiciones de batalla actuales.
El Challenger demostró y demostró su valor de combate durante el reciente conflicto del Golfo. Además de pintar el tanque con un color general arena, se realizaron muchas modificaciones para operaciones en el desierto, incluido un sistema de enfriamiento mejorado; mejores limpiadores de aire; una transmisión reforzada; faldones laterales adicionales de la armadura Chobham para mayor protección, además de armadura reactiva atornillada aplicada al área frontal; Se transportaban 200 litros adicionales de combustible en tanques externos montados en la parte trasera del vehículo, lo que ampliaba enormemente su autonomía; compartimentos de almacenamiento externos adicionales; y el uso de baterías libres de mantenimiento.
A pesar de las operaciones en el duro entorno desértico, los Challengers mantuvieron una destacada cifra de "en servicio" y disponibilidad que superó el 90%. Este logro, junto con su potencia de fuego pesada y precisa, señaló al Challenger como uno de los mejores tanques de batalla principales utilizados durante el conflicto.
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